La provincia de Riohacha formó parte de la gobernación de Santa Marta hasta erigirse en gobernación propia en 1789. Sin embargo, no fue tanto “una jurisdicción más” de Santa Marta, como Tamalameque, Valledupar u Ocaña, sino que siempre considerado provincia aparte.La provincia, y por lo tanto la jurisdicción de la ciudad, en el siglo XVIII se extendió en teoría también sobre la península de Guajira, hasta la barra del lago Maracaibo. Sin embargo, el control se limitó a las inmediaciones de Rio de la Hacha, con algunas misiones capuchinas en la parte sur, hasta el pueblo de Menores (luego Boronata). El resto del territorio lo controlaron los indígenas guajiros, bien armados, que además se insertaron en el comercio de contrabando, comprando de los holandeses y luego vendiendo a vecinos de Riohacha, Maracaibo y otros lugares.A partir de 1760 las autoridades coloniales trataron de establecer un mayor control en la costa septentrional de la península, proyectándose la fundación de una nueva ciudad en la Bahia Honda.En 1769, luego de capturarse 22 indios para el trabajo forzoso en Rio de la Hacha, se produjo un “levantamiento general” en las misiones capuchinas. Como resultado, se desarrollaron planes para lograr un mayor control de la península, a través de la fundación de más misiones en la costa que deberían ser respaldadas por asentamientos españoles nuevamente fundados. Sin embargo, después de pocos años, se pierden las nuevas misiones. Solo en el sur, se establecen algunas poblaciones algo más duraderas para asegurar el camino hacia Maracaibo: Entre 1772 y 1774 se fundan la villa de Pedraza, que a persiste hasta aproximádamente 1792, y sobre la costa oriental el fuerte/villa de Sinamaica. Por su situación geográfica, Sinamaica pasa a la jurisdicción de Maracaibo en 1792, lo que más tarde desencadenaría en una disputa limítrofe entre Colombia y Venezuela sobre la jurisdicción de la península de Guajira.Además, ahora se concretaron los planes para Bahía Honda y se fundaron las “ciudades” de Bahía Honda y Sabana del Valle, y un asentamiento en Apiesi, pero no prosperaron. Apiesi ya se desmanteló en 1775, y las otras ciudades no prosperaron por no encontrarse pobladores. Por cuanto más tarde, se abandonaron en 1800.A veces, se mencionan también lugares de la Sierra Nevada como pertenecientes a la jurisdicción de Rio de la Hacha - como San Antonio de Cototama y el vecino lugar de Totumo¹⁾ - aunque en más ocasiones se ignoran tanto en documentos sobre Santa Marta como de Riohacha, a pesar de haber habido cura propio en Cototama.