Hay muchas formas "vernáculas" de concebir un mismo espacio, estructurarlo y orientarse en él. Objetos, instituciones y colectividades de transcendencia se revisten con nombres toponímicos y una correspondencia espacial. Mapas tanto moldean y fortalezan como reflejan pautas culturales, son una de tantas formas de ver el espacio según conceptos culturales. Asentamientos de indígenas que existían desde tiempos inmemoriales se "fundan" cuando un misionero levanta una cruz. Una región marginal "sin identidad" aparece con un nombre en un mapa porque entra en la esfera pública un grupo "enemigo" ("la Mosquitia") o porque hay un proyecto de colonización que se promueve. Este SIG, entre otras funciones, se entiende como representación de una colección de esas pautas, prefiriendo unas sobre otras, descartando ciertas desde un principio. Para que pueda servir como instrumento para entender esas pautas, sin embargo, hay que entender en cuáles se basa y cuáles no.

 

I) Cuestiones de soberanía

HGIS de las Indias se entiende como una herramienta para la historia colonial de la América hispana y no para apoyar o desvirtuar una u otra visión acerca del territorio de soberanía de los Estados-nación actuales.

Las delimitaciones entre las instituciones administrativas dentro del Imperio, sea en sus franjas no o apenas controladas, carecen de una definición suficiente (y, algunas veces, totalmente de ella); ante esto, hay dos posibilidades para una reconstrucción territorial.

  • Centrar los esfuerzos en la creación de la base de datos en las zonas fronterizas para poder representar las muy variadas interpretaciones sobre límites concretos (que no existían en un principio) y así evitar objeciones nacionalistas
  • Seguir una misma metodología de reconstrucción para las zonas centrales y las fronterizas, con el precio de cierta arbitrariedad al definir los límites de cada polígono en la base de datos.

Hemos optado por lo segundo, haciendo énfasis en las zonas más densamente pobladas, que son de mayor interés para una interpretación territorial de la historia socio-económica y general de la América colonial. No nos pareció prudente malgastar energía en cuestiones que generalmente carecían de relevancia en la época, ni someter la estructura de la base de datos a una lógica emanada de un discurso posterior. Solo en los casos donde ya en la época colonial se producía documentación con respecto a conflictos fronterizos (en forma de litigios y acciones concretas) tratamos de representar estas inquietudes.

En los territorios de frontera que no o apenas se sometían a los conceptos de territorialidad hispanos (y menos aún más tardíos, nacionales), es más importante reconstruir el desarrollo de los lugares poblados con vínculos coloniales como fuertes, misiones, minerales, haciendas y estancias, etc., su expansión o regresión (asunto al que contribuye el gazetteer del proyecto) y la composición étnica de las zonas (asunto no abordado en el proyecto por su complejidad).

Así, nuestro sistema es más robusto en las zonas centrales, mientras que la representación de las áreas fronterizas es solo una aproximación, una visión posible, entre muchas, y debe entenderse como tal.

Para los conflictos de la época pos-independiente, la mayoría de las naciones dispone de una bibliografía amplia sobre cuestiones de límites con sus particulares argumentos partisanos, sea creada a raíz de comisiones bilaterales, como piezas de prueba para arbitrios internacionales, o simplemente publicada por fervor nacional. Cada una tiene su metodología, que puede ser más legítima o dudosa desde el punto de vista histórico, pero lo importante es reconocer que no hay una inequívoca, desinteresada, que se asemeje completamente a la lógica del ordenamiento espacial colonial.

Nosotros tenemos nuestra propia metodología que vamos delineando paso a paso en la sección Documentación. Nuestro interés principal es la práctica administrativa de la época, la inclusión o exclusión de lugares concretos dentro de ámbitos administrativos según documentos e informes (padrones, censos, retasaciones, cobro de tributo, visitas...) etc., y solo en un segundo lugar el título jurídico.
 

II) (Contra-)territorialidades indígenas y mirada colonial-eurocéntica

Es verdad, el HGIS está lejos de representar realidades históricas complejas y "oculta" concepciones del espacio de grupos indígenas quienes en realidad dominaron muchos de esos espacios políticamente. Esos grupos casi solo entran en su foco donde dominaron también las concepciones coloniales del territorio. Así, tenemos una región de "Araucanía" o "Nayar" o "Mosquitia", porque fue parte de la cultura colonial referirse a esos grupos - sea por la importancia de los conflictos o porque sirvió a intereses resaltar y elevar el perfil del percibido enemigo. Mientras tanto, otras etnias que vivían en igual independencia, como los chimilas o guajiros en Santa Marta y Riohacha no aparecen, porque desde el punto de vista de los gobernadores, escritores y cartógrafos criollos y europeos constituían más bien un obstáculo interno dentro de provincias que aún así tenían identidades "europeas" - Santa Marta y Riohacha. Donde no había o se perdió el "núcleo" europeo de una provincia en un momento, también podía perderse la coherencia concepcional paulatinamente: La "provincia de Yaguarzongo y Pacamoros" entre Loja, Jaen y Maynas, antigua pero perdida gobernación, tenía cierta sobrevivencia concepcional en las fuentes, pero al mismo tiempo se le sobreponía la idea de la "provincia de los jíbaros", reflejo de la dominancia de grupos indígenas, pero en sí mismo una categoría étnica difícil. Algunas zonas fronterizas disponían de instituciones formales competentes (Maynas, Guayana, Chiquitos...), otras no, aunque esto no diga mucho en cuanto a la vida de la población fuera de los pueblos de misión, muchas veces islas en un ozeano de "indómitos" y efímeros. Donde no existían instituciones fronterizas propias, algunas areas aparecen como apéndice mal definido de una "provincia" más céntrica (la Amazonía de Popayán), otras reciben un perfil propio dominante (el Chaco), y aún otras carecen de un perfil, hablándose simplemente de "las montañas" para referirse a los Andes orientales, desde Trujillo (del Perú) hasta Santa Cruz de la Sierra, y las "costas del seno mexicano" entre Panuco y Texas no tenían  ningún perfil en las mentes coloniales hasta que Escandón "inventó" la huaxteca para erigir sobre ella su colonia de Nuevo Santander.
También la representación de areas de "infieles" indómitos no es más que una visión interesada a través de agentes coloniales - mapas, informes, descripciones de misionarios, eruditos, militares y administradores - y en ningún momento deben confundirse con información etnográfica o una simple "realidad".


HGIS de las Indias esencialmente es un reflejo de esas voces coloniales. El propósito no es ocultar, sin embargo, o empujar cierta agenda ideológica de dominancia.  Dos razones importantes contribuyen a y pueden justificar el enfoque:
a) El enfoque continental y la complejidad. Aunque tratamos de tomar en cuenta en lo posible las lógicas regionales imperantes, un sistema para toda la América tiene que buscar un mínimo común denominador porque aguanta solo cierto número de categorías. Las miradas y concepciones coloniales ya son bastante diversas en este aspecto, pero aun así ofrecen un ámbito común y una posibilidad de operazionalización a escala grande. Reconstrucciones de contraterritorialidades o sobre el grado de dominancia territorial colonial requeriesen un estudio mucho más íntimo de interacciones concretas y conocimiento profundo a nivel regional o local. Tal vez, algún un día proyectos de esta índole puedan encontrarse con lo que aquí hacemos.

b) La dominancia de fuentes. El 99% de la investigación sobre la época colonial se basa en fuentes de tipo colonial - sean documentos de archivos americanos y europeos, impresos, manuscritos o mapas de la época. También datos socio-económicos de todo tipo (demográficos, fiscales, comerciales...) suelen referirse a esas categorías. Así, conocer mejor a qué se refieren espacialmente los conceptos territoriales y toponimios "tipo colonial" es de beneficio general para la investigación que hace uso de documentos que los emplean.